Plástico…plástica…auténtica
Chorizo…erizo…hechizo
Sobaco…brazo…abrazo
Cenicero…cero…todo
Lo que no te gusta
puedes olvidarlo,
arrinconarlo,
negarlo,
pero puedes,
de igual forma,
moldearlo,
adaptarlo,
fracturarlo, incluso,
hasta hacerlo tuyo
y que te guste.
Ana se gusta.
No fue fácil el camino
hasta encontrarse
con la auténtica Ana.
Se moldeó,
se adaptó,
se fracturó, incluso,
conjuró su mejor hechizo
y borró las sombras
que no le permitían
amarse a sí misma,
y, hoy,
Ana se gusta.
Hija, hermana, madre, esposa…
Ante todo, mujer,
mujer hermosa,
diosa
de infinitas sabidurías,
eso sí,
muy diferentes de las mías,
tal vez,
sólo tal vez,
sea eso,
lo que nos une,
porque
un instante después
de, por vez primera,
abrazarme
todo seguía igual,
todo era distinto.