he despertado
en el lado equivocado
de la cama.
Al mirarte
desde aquí
he notado
un ligero escalofrío
que ha turbado
mis sentidos
al descubrir
esa parte de ti
casi desconocida
como la cara oculta
de una luna
apenas explorada.
Alargo el brazo
para acariciarte
y me siento extraño
como si mis manos
no me pertenecieran
como si mi cuerpo
fuera el de otro.
Disculpa,
llevo muerto
tanto tiempo
que no recordaba
que en tu vida
ya no soy
más que un
amargo recuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario