En lo más profundo
de tus locos rizos
me acurruco,
y espero
a que una ola salvaje
ponga mi mundo
patas arriba,
convierta mi suelo
en cielo
y el cielo en nubes
de tormenta.
En tu melena
de mar norteño
me pierdo,
y quiero hacerlo,
atrás quedaron
las dudas y los miedos
y pensar
que un mar en calma
pueda ser
más placentero
que el dulce caos
que provoca
el viento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario