jueves, 6 de septiembre de 2018

EL GEKO

Lo confieso,
puedo pasarme horas
observando
al geko que comparte
las paredes del apartamento.


Recorre los muros
subiendo y bajando
como si la gravedad
no fuera con él.


Lo envidio, en el fondo.
Cuando lo he intentado
me han llamado loco
o inmaduro.


¡Esto es serio!
¡No puedes bromear con ciertas cosas!
¿No te da vergüenza?


Y yo me siento culpable...
...durante un instante...
    ...al siguiente, me voy recuperando...
        ...y al tercero, ya estoy retando al geko
a una carrera hasta el techo.


Lo confieso,
puedo pasarme horas
observando
a los humanos en su suelo.











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