puedo pasarme horas
observando
al geko que comparte
las paredes del apartamento.
Recorre los muros
subiendo y bajando
como si la gravedad
no fuera con él.
Lo envidio, en el fondo.
Cuando lo he intentado
me han llamado loco
o inmaduro.
¡Esto es serio!
¡No puedes bromear con ciertas cosas!
¿No te da vergüenza?
Y yo me siento culpable...
...durante un instante...
...al siguiente, me voy recuperando...
...y al tercero, ya estoy retando al geko
a una carrera hasta el techo.
Lo confieso,
puedo pasarme horas
observando
a los humanos en su suelo.
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