jueves, 6 de septiembre de 2018

NEURASTENIA

El gusano que
con ansia

se dedica
a tragonear 

mis míseras 
neuronas
parece, 

hoy,
haberse tomado
un descanso.
Después de días
mirando abajo

colgado de la cornisa
sintiendo el infinito
vértigo
de surcar la ola
de las emociones
inestables,
de bregar

con el dolor perverso
de sentir
como, poco a poco,
voy traspasando
los muros 

de Anhedonia,
me veo, al fin,
un paso más cerca
de la locura
de lo cotidiano.




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